Pitágoras revelo sus bases a los iniciados (Platón fue uno de sus discípulos) el verdadero valor de las letras y los sonidos correspondientes, ya que cada palabra y nombre vibran de acuerdo con un número y cada número tiene su significado interno. Pitágoras y sus seguidores creían en las propiedades místicas de los números. Llegaron a la conclusión de que todos tenemos una cierta vibración sobre la base de los números, lo que significa que todo en el mundo está hecho de números y que este mismo se puede reducir a un valor numérico, que es el fundamento de la numerología. Además de describir las cifras en términos matemáticos, los pitagóricos también describieron términos de características no numéricas. Estos rasgos tienen más que ver con la intuición y el misticismo. Por ejemplo, los números impares son los números de lo masculino y lo femenino, incluso el número uno es creativo, porque los dos representan la dualidad. El número 10 es considerado sagrado, sobre todo porque es la suma de los primeros 4 números. A diferencia de los pitagóricos, los numerólogos modernos aplican los números a la gente. Dicen que los números del 1 al 9 tienen propiedades únicas que son el resultado directo de su vibración inherente. Algunas de estas propiedades provienen de los escritos de Pitágoras y proviene de la forma en otras culturas alrededor del mundo que utilizaron los números en esta dirección.
Sin embargo, debido a la biografía confusa y oscura de Pitágoras, que de la misma manera forma parte sus conceptos matemáticos, estas se combinaron con las nociones esotéricas. Por esta razón, sus pensamientos y estudios no son plenamente aceptados por los investigadores.
En suma, la numerología de la forma en la que la conocemos actualmente se basa en las enseñanzas de los trabajos de Pitágoras, inspirada en sus teorías y correlaciones. Por lo que fue apodado como «Pitágoras», como lo fue por sus descubrimientos y sobre todo la analogía que hizo entre los números y letras como arquetipos en la que era posible asignar «significados» a los números de la forma en que utilizan actualmente. Aunque no ha dejado obra escrita, sus discípulos trataron de transmitir el conocimiento de la mejor manera, de modo que la podemos estudiar hoy en día. Por esta razón se le conoce como el «Padre de la Numerología».
Ante todo esto, lo que actualmente se utiliza es una adaptación simplificada de lo que es el conocimiento que pasó a nosotros, de ahí el homenaje a este gran sabio en bautizar a este método con el nombre de «numerología pitagórica».
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