El origen del número dos se remonta a la dualidad perfecta que existe en cualquier creación que encontramos en el mundo y el universo, hablando de esto, alude a los opuestos y contrapartes que surgen en cualquier aspecto de nuestra experiencia vivencial.
Rompe con la unidad divina pero marca el camino hacia la generación del némesis en cualquier aspecto de nuestra vida. La chispa divina partida en dos es el germen central de la vida y el opuesto de lo bueno y lo malo, es decir el negativo del positivo y el blanco del negro.
La sacerdotisa
Tomando al Tarot como punto de vista, se representa como la cooperación que únicamente es posible cuando dos personas se unen. La idea de fusionar a dicha carta con el Mago representa los dos antagónicos omnipresentes en la vida.
Toda persona posee entonces un impulso de fructificar y trascender mediante la imaginación creativa y el conocimiento innato que se busca para encontrar la respuesta a las preguntas planteadas y generar otras nuevas.
Dualidad espiritual
Según los dones espirituales se trata del cuerpo espiritual número dos, la mente negativa que se expresa mediante la obediencia. La clave es, en Anhelo a pertenecer, así como la imaginación, cooperación, consideración externa, la comprensión y la paternidad-maternidad.
En cuanto a la persona que representa, se trata de alguien amoroso y sensible, listo para servir y acompañar a todos en cualquier momento de su vida. A veces se muestran timoratos o vacilantes pero su determinación les permite desenvolverse bastante bien en la labor cotidiana.
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