La Cosmogonía marca al número tres como la Trinidad divina entre el Padre, el hijo y el espíritu Santo. Además del tridente Padre-Madre-Hijo. Ejemplifica entonces el equilibrio perfecto entre todas las cosas reales.
Hacia el punto de vista pitagórico, el dos y el uno no se comparan de ninguna manera frente al número tres. La triada fue primera porque marca el medio de las unidades, aspecto que se racionaliza cuando el dios Apolo hablaba con el Oráculo utilizando un Trípode. Es el triángulo conformado por la díada y la mónada.
Tarot
Según los lineamientos del Tarot, la carta que mejor lo representa es la Emperatriz, es decir la imaginación creativa como el impulso más sobresaliente. Ejemplifica de manera perfecta el fruto de la relación entre el Mago y el universo de la subconciencia de la Sacerdotisa.
La persona con número tres vive la vida en plenitud, siempre está tras la verdad y los sentimientos más honestos la acompañan. Hablando de los aspectos materiales, se siente una importante protección superior de parte de la tríada divina que se mencionó anteriormente.
Versión yogi
Para las ideas yogi, se habla del tercer cuerpo espiritual, siempre con una mente positiva. Representa además el equilibrio y la frase clave o mantra es el “demonio o divino”. Simboliza la alegría, el idealismo, la sociabilidad, la expansión de la conciencia y la verdad racional.
La mente recibe un plus de trabajo y la sugerencia del día brindará salida siempre a los problemas más complicados de la vida. Aspectos que en un principio parecían no tener solución.
Cuando sumamos nuestra fecha de nacimiento completa y en la penultima suma llegamos a un 11, 22, 33 o un 44, nos encontramos con un numero maestro. En terminos de numerologia estos numeros tienen un atipico potencial vibratorio y dotan a quien los porta una importante responsabilidad humana y espiritual.